Estaban entre los 13 paquistaníes identificados mediante pruebas de ADN. Sus restos llegaron al país desde Marruecos durante la noche en un vuelo saudí que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Islamabad, dijeron las autoridades el jueves. Más tarde, fueron enterrados en sus ciudades natales en la provincia de Punjab.
El barco siniestrado había partido de Mauritania el 2 de enero con 80 pasajeros a bordo, varios de ellos de Pakistán, según el Ministerio de Exteriores y un grupo español que defiende los derechos de los migrantes, Caminando Fronteras. Según el ministerio, la embarcación volcó cerca del puerto marroquí de Dakhla cuando se dirigía a las Islas Canarias, un archipiélago español en el noroeste de África, el destino de la peligrosa ruta atlántica en la que se embarcan numerosas barcas precarias.
Caminando Fronteras reportó que 50 de los pasajeros murieron de camino a Canarias y que 44 de ellos eran paquistaníes. Pakistán ya ha repatriado a los 22 supervivientes.
El hermano de uno de los fallecidos contó a The Associated Press que los contrabandistas habían torturado y arrojado a los migrantes, incluido su hermano, al mar por una disputa de pago.
Mohammad Adnan dijo que su familia había acordado pagar cinco millones de rupias (18.000 dólares) a un contrabandista local para enviar a su hermano, Mohammad Arslan, a Europa y adelantaron cuatro millones de rupias (14.000 dólares). El resto estaba por pagar cuando se enteraron del naufragio, y más tarde algunos de los sobrevivientes afirmaron que los migrantes habían sido tirados al mar.
Samar Iqbal, cuyo hermano Qaiser Iqbal también murió en la tragedia, dijo no sabía que los traficantes de personas arrojaban a los migrantes al mar. En su último mensaje antes de perder el contacto, les contó que estaba subiendo a una embarcación, señaló antes de recibir sus restos mortales en el aeropuerto.
Recientemente, algunos de los supervivientes dijeron que el barco nunca volcó y que los contrabandistas africanos torturaron a los migrantes con martillos y los tiraron al mar por problemas con los pagos.
Ningún funcionario gubernamental estuvo disponible de inmediato para comentar esas afirmaciones.
Cientos de paquistaníes mueren cada año al intentar llegar a Europa por tierra y mar con la ayuda de contrabandistas de personas.
Después del naufragio, el presidente del país, Asif Ali Zardari, hizo hincapié en la necesidad de medidas estrictas para frenar el tráfico de personas. Pakistán dice que los está persiguiendo y despidió a varios funcionarios de inmigración por negligencia.
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Los periodistas de The Associated Press Babar Dogar en Lahore, Pakistán, y Asim Tanveer en Multán, Pakistán, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
FUENTE: Associated Press