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SUSCRIBITELos hermanos, de 53 y 56 años, respectivamente, cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el crimen ocurrido en la mansión familiar en Beverly Hills.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, recomendó este jueves que Erik y Lyle Menéndez, quienes llevan más de tres décadas en prisión por el asesinato de sus padres, José y "Kitty" Menéndez, en 1989, sean sentenciados nuevamente.
Los hermanos, de 53 y 56 años, respectivamente, cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el crimen ocurrido en la mansión familiar en Beverly Hills.
Durante una conferencia de prensa, Gascón señaló que hay miembros de su oficina que creen firmemente que los hermanos deberían permanecer en prisión de por vida, mientras que otros consideran que deberían ser liberados.
"He decidido que, conforme a la ley, es apropiado recomendar una nueva sentencia. Pediré al tribunal que les permita solicitar libertad condicional, lo cual actualmente no es posible", declaró el fiscal.
Gascón también destacó que Erik y Lyle se han rehabilitado durante su encarcelamiento y podrían reintegrarse a la sociedad sin representar un peligro para la comunidad. "Solicitaremos que la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional sea eliminada", agregó.
El fiscal reconoció el dolor y sufrimiento que las familias de las víctimas han enfrentado desde el asesinato. "Mientras avanzamos hacia una nueva sentencia para los hermanos Menéndez, es importante recordar el impacto devastador de su crimen. Sin embargo, también reconocemos los esfuerzos de rehabilitación que ambos han hecho a lo largo de estos 35 años en prisión", expresó en un comunicado.
La posible nueva sentencia de los hermanos está ahora en manos de un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, quien deberá decidir si se volverán a sentenciar formalmente y si podrán optar por la libertad condicional. La fecha de la audiencia aún no ha sido determinada.
Gascón también mencionó que su oficina recibió nuevas pruebas que respaldan la afirmación de los hermanos de que su padre, José Menéndez, abusó sexualmente de ellos desde una edad temprana. Entre estas pruebas, figura una carta que Erik escribió a un primo detallando los abusos antes del asesinato, así como el testimonio de un exintegrante de la banda puertorriqueña Menudo, quien declaró haber sido también víctima de José Menéndez.
Además, Gascón está solicitando al estado que considere la liberación anticipada de los hermanos debido a la edad en que comenzaron a cumplir sus condenas y la falta de amenaza que representan actualmente para la sociedad.
Aunque se había programado una audiencia para el 29 de noviembre, Gascón decidió acelerar el proceso debido al interés público en el caso, impulsado en gran medida por una serie de Netflix y un movimiento en las redes sociales.
Sin embargo, la decisión final sobre la reducción de las sentencias y la posible liberación de los Menéndez recaerá en un juez, no en el fiscal. "Independientemente de lo que diga el fiscal o los familiares, el juez podría decidir que el crimen fue premeditado y motivado por el dinero", explicó el exfiscal federal Manny Medrano, quien también señaló que la recomendación del fiscal favorece la defensa.
Por su parte, Mark Geragos, abogado de los hermanos, expresó su optimismo cauteloso sobre la liberación de Erik y Lyle, señalando que espera que puedan regresar a casa antes de fin de año.
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