La inesperada victoria de Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales de EE. UU., donde obtuvo 312 votos electorales frente a los 226 de Kamala Harris, ha desatado un efecto dominó en los mercados. La toma de posesión, programada para el próximo 20 de enero, marcará un giro en las políticas de la Casa Blanca, lo cual parece haber beneficiado significativamente al empresario Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX.
Aunque Musk era anteriormente crítico de Trump, en los últimos meses su postura ha cambiado, lo que se tradujo en una "inversión" de $130 millones en apoyo a la campaña del republicano. Según registros del Partido Republicano, el fundador de Tesla respaldó la campaña con mitines, publicidad y la activación de su red social X (anteriormente Twitter) con múltiples mensajes de apoyo.
Este apoyo no fue en vano: los inversores han reaccionado con optimismo ante la expectativa de una administración que podría favorecer las empresas de Musk. En solo cuatro días desde que se anunciaron los resultados, las acciones de Tesla han experimentado un aumento del 35.1%, pasando de $259 a $350, lo que ha añadido $37,400 millones a la fortuna personal de Musk. Con 411 millones de acciones en Tesla, el empresario ha obtenido un rendimiento extraordinario, multiplicando casi 300 veces su "apuesta" en Trump.
Por ahora, no se espera que Musk forme parte de la administración de Trump, aunque su enfoque en reducción de costes y eficiencia podría alinearse con algunas de las políticas de la nueva administración.