Por primera vez, vacas lecheras en Estados Unidos han dado positivo a una variante del virus de la gripe aviar H5N1, según confirmó el Departamento de Agricultura. Este hallazgo, registrado en ganado vacuno del estado de Nevada, ha generado preocupación entre expertos en salud pública debido al riesgo de propagación y mutación del virus.
La cepa detectada, denominada D1.1, ha sido vinculada a casos graves en humanos, incluido el primer fallecimiento registrado por gripe aviar en Estados Unidos en enero de 2024. Este descubrimiento podría agravar la epizootia -término que describe una epidemia en animales- y aumentar el riesgo de transmisión del virus a los seres humanos.
Desde el año pasado, otra cepa del virus H5N1 ha estado presente en explotaciones ganaderas de EE.UU., con más de 950 casos detectados en 16 estados. Durante 2024, varias personas que trabajaban en estas granjas se contagiaron y presentaron síntomas leves de la enfermedad.
En el caso del ganado infectado, las autoridades sanitarias han reportado síntomas como fiebre, pérdida de apetito, disminución en la producción de leche y leves dificultades respiratorias. Estas manifestaciones han sido similares en ambas cepas del virus detectadas en vacas, según indicó un funcionario de Nevada en declaraciones a la cadena CBS.
El aumento en el número de mamíferos infectados genera inquietud en la comunidad científica, que teme que la alta circulación del virus pueda facilitar una mutación que permita la transmisión sostenida entre humanos. Este riesgo se ve agravado por la falta de actualizaciones epidemiológicas detalladas por parte de las autoridades federales, que han reducido la publicación de informes desde la llegada de Donald Trump a la presidencia.
Por el momento, el Departamento de Agricultura ha indicado que sigue monitoreando la evolución del brote y reforzando las medidas de control en las explotaciones ganaderas afectadas, mientras los expertos insisten en la necesidad de mayor transparencia y vigilancia para evitar una posible crisis sanitaria.