En una nueva directriz implementada por el Departamento de Estado, se ha prohibido el uso de banderas asociadas con movimientos sociales, como las del Orgullo LGBTQ+ y Black Lives Matter, en embajadas y consulados estadounidenses.
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SUSCRIBITEBajo esta medida, solo se permitirá izar la bandera nacional, con excepciones limitadas que incluyen la bandera de Prisioneros de Guerra/Desaparecidos en Acción (POW/MIA) y la de Detenidos Injustamente
En una nueva directriz implementada por el Departamento de Estado, se ha prohibido el uso de banderas asociadas con movimientos sociales, como las del Orgullo LGBTQ+ y Black Lives Matter, en embajadas y consulados estadounidenses.
Bajo esta medida, solo se permitirá izar la bandera nacional, con excepciones limitadas que incluyen la bandera de Prisioneros de Guerra/Desaparecidos en Acción (POW/MIA) y la de Detenidos Injustamente, reconocidas por su conexión con causas humanitarias específicas.
De acuerdo con un documento interno obtenido por The Washington Free Beacon, el memorando establece:
"A partir de ahora, solo la bandera de los Estados Unidos de América está autorizada a ondear o exhibirse en instalaciones estadounidenses, tanto nacionales como extranjeras. La bandera de los Estados Unidos de América unió a todos los estadounidenses bajo los principios universales de justicia, libertad y democracia. Estos valores, que son la piedra angular de nuestro gran país, son compartidos por todos los ciudadanos estadounidenses, pasados y presentes."
Esta decisión se produce tras años de debates sobre el uso de banderas representativas de movimientos sociales en instalaciones diplomáticas. Durante la administración de Barack Obama, estas banderas comenzaron a ondearse como muestra de apoyo a causas como los derechos LGBTQ+ y la justicia racial. Sin embargo, en 2019, la Administración Trump prohibió su uso en embajadas, una medida que fue revertida por el presidente Joe Biden en 2021.
En 2024, un paquete de gasto firmado por la Administración Biden incluyó disposiciones que restringieron nuevamente el izado de banderas distintas a la estadounidense, marcando un giro hacia una “política de una bandera”.
La decisión ha generado controversia, intensificando las tensiones entre republicanos y demócratas. En 2023, el expresidente Biden enfrentó críticas por izar la bandera LGBTQ+ fuera de la Casa Blanca y por un memorando del Departamento de Estado que instaba a exhibir la bandera de Black Lives Matter en el aniversario del asesinato de George Floyd. Estas acciones fueron interpretadas por algunos sectores como una politización de los símbolos nacionales.
En respuesta, legisladores republicanos promovieron la “Ley de Una Bandera para Todos”, que busca prohibir oficialmente el uso de banderas distintas a la estadounidense en propiedades federales, salvo excepciones específicas. Esta propuesta refuerza el argumento de que los símbolos nacionales deben mantenerse neutrales frente a agendas sociales o partidistas.
La implementación de esta política ha sido vista como un reflejo del enfoque nacionalista promovido por la Administración Trump y retomado en ciertas medidas recientes. Defensores de la iniciativa argumentan que priorizar la bandera nacional fortalece la identidad nacional y evita que las instalaciones gubernamentales se conviertan en plataformas para promover intereses particulares. Críticos, por otro lado, sostienen que la medida limita la capacidad de Estados Unidos para mostrar apoyo a causas globales y sociales.
El Departamento de Estado subraya que la bandera estadounidense representa los principios de justicia, libertad y democracia que unen a la nación. Con esta política, busca consolidar la imagen de las embajadas como representaciones de la unidad nacional, dejando de lado los símbolos asociados a movimientos específicos.
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