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El ente rector del fútbol europeo había extendido el plazo de tiempo para que la ciudad de Milán pudiera demostrar que el estadio Giuseppe Meazza estaría disponible en medio de las obras de renovación a realizarse entre las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 y los partidos que albergará durante la Eurocopa de 2023.
Las autoridades de la ciudad no pudieron dar esas garantías y el comité ejecutivo de la UEFA “decidió no asignar la final a Milán y reabrir el proceso de candidaturas para designar un escenario viable”.
El futuro de San Siro desde la última vez que recibió una final de la Champions en 2016 ha estado rodeado de incertidumbre, amenazado por una demolición. El AC Milan y el Inter, los clubes que comparten su uso, han concebido planes para construir sus propios estadios.
La UEFA espera definir la sede 2027 para junio próximo. Las próximas dos finales de la Liga de Campeones se jugarán en el Allianz Arena del Bayern Múnich y la Puskas Arena en Budapest, Hungría.
FUENTE: Associated Press
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