La violencia machista y la falta de acción estatal mantienen en vilo a los habitantes.
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SUSCRIBITEYiliannis Bueno Espinoza, de 29 años, fue asesinada en la localidad de El Sur, en el municipio Tercer Frente
La violencia machista y la falta de acción estatal mantienen en vilo a los habitantes.
El brutal feminicidio de Yiliannis Bueno Espinoza, una joven de 29 años, ha conmocionado a la localidad de El Sur, en el municipio de Tercer Frente, Santiago de Cuba.
Este hecho ocurre en un contexto donde el régimen cubano insiste en autoproclamarse vencedor en su “lucha contra el delito”, mientras los crímenes violentos, especialmente contra mujeres, continúan en aumento.
Según testimonios de vecinos y familiares, Yiliannis fue atacada por su expareja cuando regresaba a casa tras llevar a una de sus hijas a la escuela. "La estaba esperando escondido entre unos arbustos. Primero la apuñaló en el pecho y, al intentar huir, la alcanzó en un camino fangoso donde intentó ahorcarla", relató Liuván Lozada Carbonell, tío de la víctima. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por auxiliarla, Yiliannis falleció en el traslado al policlínico.
La brutalidad del ataque ha generado indignación entre los residentes. Campesinos del lugar impidieron que el agresor, quien intentaba huir hacia el monte, escapara. Por su parte, los maestros evitaron que los niños fueran testigos del trágico desenlace. “Yo la conocía, Yiliannis no merecía esto”, lamentó Lilit, una vecina cercana. “Es un dolor inmenso para esa familia y para las niñas que quedaron huérfanas”.
Un problema estructural
El Sur, una pequeña y aislada localidad de la Sierra Maestra, está marcada por la pobreza, el alcoholismo y la violencia machista. Las mujeres en esta región enfrentan constantes riesgos debido a la dependencia económica y la sumisión social que perpetúa el patriarcado. La situación se agravó tras desastres naturales como el huracán Flora en 1963 y Dennis en 2005, que destruyeron la infraestructura productiva y dejaron a muchas familias en la indigencia.
“La violencia doméstica se ha vuelto normal en Cuba”, denunció Yerkenia Berenguer, una internauta que, como muchos, critica la falta de acción efectiva por parte del Estado. Otros usuarios en redes sociales, como Marinelis Manet, calificaron la situación del país como “carnicería”, mientras que Daymara afirmó que “los hombres piensan que las mujeres les pertenecen”.
En Santiago de Cuba, la violencia de género se ha convertido en una preocupación creciente. El Observatorio de Género Alas Tensas y la plataforma #YoSíTeCreo en Cuba han registrado al menos diez feminicidios en la provincia en lo que va de año, aunque la cifra real podría ser mayor debido al hermetismo de las autoridades.
Llamados a la acción
Especialistas y activistas exigen acciones concretas para frenar esta ola de violencia. Yamirka Robert, profesora de la región, reconoció que el problema persiste y que “se ha naturalizado” en la sociedad cubana, donde persisten patrones patriarcales en la educación de los hombres. Por su parte, Caridad Rondón, jurista y activista, hizo un llamado a “trascender los eslóganes” y actuar con firmeza en la lucha contra la violencia de género.
Mientras tanto, las familias de víctimas como Yiliannis continúan clamando por justicia. “Espero que este crimen no quede impune”, expresó Oneida, amiga cercana de la joven asesinada. En un país donde la violencia machista es cada vez más visible, el silencio oficial solo perpetúa la impunidad y el sufrimiento de las mujeres y sus familias.
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