El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este domingo que su país no aceptará migrantes deportados de otras nacionalidades. Esta declaración surge en respuesta a la reciente decisión del gobierno venezolano de no recibir a sus ciudadanos deportados desde Estados Unidos, una medida que, según Noboa, "tiene impacto en toda la región".
Noboa expresó su preocupación por la actitud del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien, según informes, ha obstaculizado la repatriación de venezolanos desde Estados Unidos. El mandatario ecuatoriano calificó esta postura como "de miserables y de una falta absoluta de empatía", añadiendo que "así actúan los regímenes autoritarios y extremistas, sin importarles el destino de quienes huyen de la crisis que ellos mismos causaron".
La controversia se intensificó después de que Maduro afirmara que la reciente revocación de la licencia de operación de Chevron en Venezuela por parte de Estados Unidos había afectado los vuelos programados para repatriar a migrantes venezolanos. Maduro señaló que esta decisión había "dañado las comunicaciones" previamente establecidas para facilitar el retorno de sus ciudadanos.
En respuesta, Noboa enfatizó que Ecuador siempre respaldará a sus propios ciudadanos deportados, asegurando que "contarán con el respaldo del Estado en cada paso". El presidente subrayó: "Porque aquí no abandonamos a nuestra gente".
Este intercambio se produce en medio de un clima político tenso en Ecuador, donde Noboa se prepara para enfrentarse a Luisa González, candidata del partido aliado del chavismo liderado por el expresidente Rafael Correa, en la segunda vuelta electoral programada para el 13 de abril. Noboa aprovechó la ocasión para criticar a los aliados de Maduro en Ecuador, anticipando que "guardarán silencio y tratarán de minimizar el tema con un 'allá ellos', pero no. Esto tiene impacto sobre toda la región".
La negativa de Venezuela a recibir a sus ciudadanos deportados y la consecuente decisión de Ecuador de no aceptar migrantes de otras nacionalidades reflejan las complejidades y desafíos que enfrenta la región en materia de políticas migratorias y relaciones diplomáticas.